Las empresas suelen ser verdaderos optimizadores de recursos. No les gusta el desperdicio porque este es un síntoma de ineficiencia. El desperdicio suele costar dinero, pero además suele ser síntoma de un mal diseño de productos o procesos. A medida que la economía circular toma fuerza, los líderes empresariales de todo el mundo se están dando cuenta de la alineación perfecta entre la filosofía de desperdicio cero y el rendimiento empresarial.
Esto se debe a que la gestión eficaz de los residuos, con enfoque de economía circular, tiene uno de los impactos más directos en las operaciones, el medio ambiente y sus resultados. Es por eso que algunas de las corporaciones más grandes del mundo, como P&G, Kimberly Clark, Sodexo, entre muchas otras, hace años tienen metas destinadas a lograr que sus operaciones alcancen “desperdicio cero”.
En el Perú generamos 10 millones de toneladas de residuos anualmente, de los cuales se estima que la mitad son generados por empresas. Hoy sólo reaprovechamos el 2%, a pesar de que el 78% del total, considerando los residuos orgánicos e inorgánicos reciclables, es potencialmente reaprovechable con tecnologías existentes en el país.
La buena noticia es que cualquier empresa, de cualquier tamaño, puede (y debe) emprender el camino para ser #sinbasura o desperdicio cero. Esta meta, si bien puede parecer lejana, es muy alcanzable, con metas realistas que se pueden lograr a través de pequeñas acciones y cambios graduales en las operaciones y, sobre todo, en la mentalidad del equipo.
En sinba, nuestra misión es ayudarles en este camino para cocrear un mundo #sinbasura. Aquí les contamos cómo empezar.