Las empresas suelen ser verdaderos optimizadores de recursos. No les gusta el desperdicio porque este es un síntoma de ineficiencia. El desperdicio suele costar dinero, pero además suele ser síntoma de un mal diseño de productos o procesos. A medida que la economía circular toma fuerza, los líderes empresariales de todo el mundo se están dando cuenta de la alineación perfecta entre la filosofía de desperdicio cero y el rendimiento empresarial.
Esto se debe a que la gestión eficaz de los residuos, con enfoque de economía circular, tiene uno de los impactos más directos en las operaciones, el medio ambiente y sus resultados. Es por eso que algunas de las corporaciones más grandes del mundo, como P&G, Kimberly Clark, Sodexo, entre muchas otras, hace años tienen metas destinadas a lograr que sus operaciones alcancen “desperdicio cero”.
En el Perú generamos 10 millones de toneladas de residuos anualmente, de los cuales se estima que la mitad son generados por empresas. Hoy sólo reaprovechamos el 2%, a pesar de que el 78% del total, considerando los residuos orgánicos e inorgánicos reciclables, es potencialmente reaprovechable con tecnologías existentes en el país.
La buena noticia es que cualquier empresa, de cualquier tamaño, puede (y debe) emprender el camino para ser #sinbasura o desperdicio cero. Esta meta, si bien puede parecer lejana, es muy alcanzable, con metas realistas que se pueden lograr a través de pequeñas acciones y cambios graduales en las operaciones y, sobre todo, en la mentalidad del equipo.
En sinba, nuestra misión es ayudarles en este camino para cocrear un mundo #sinbasura.
Aquí les contamos cómo empezar.
¿Qué significa desperdicio cero y qué tiene que ver con la economía circular?
Se considera que una empresa alcanza «desperdicio cero» (o #sinbasura) cuando más del 90% de sus residuos son reaprovechados o valorizados. Es decir, envía menos del 10% de sus residuos a rellenos sanitarios o a incineración.
Aquí la primera dimensión a abordar son las operaciones propias, y la segunda, más compleja, es analizar el impacto de los productos que colocamos en el mercado, ya que la empresa tiene una responsabilidad compartida por los materiales aún cuando ya están en manos de los clientes.
Para lograr convertirse en una empresa desperdicio cero, la economía circular puede ser una poderosa guía, ya que esta persigue 3 grandes objetivos:
- Eliminar residuos y contaminación desde el diseño: no es suficiente actuar cuando el residuo ya ha sido generado, ya que una gran parte de residuos se puede prevenir con un buen diseño. Emprender el camino hacia el desperdicio cero nos permite mirar más de cerca nuestros procesos y productos, y preguntarnos si los podemos rediseñar para reducir el desperdicio. Por ejemplo, todos los materiales que una empresa coloca en el mercado debieran estar diseñados para que puedan ser reutilizados (como las botellas retornables) o reciclados (pensemos en el papel). Este objetivo esconde un enorme potencial de innovación.
- Mantener productos y materiales en uso: aquí existen dos grandes acciones a tomar. La primera es extender la vida útil de los materiales y equipos que usamos al máximo. La segunda es asegurar que aquellos materiales que se convierten en residuos, sean reaprovechados y reciclados para reinsertarse nuevamente a la economía local; así se maximiza su valor y se generan oportunidades económicas para otras empresas del entorno. A este proceso también se le llama «simbiosis industrial.»
- Regenerar sistemas naturales: si logramos los primeros dos objetivos, casi automáticamente estaremos contribuyendo a reducir la presión sobre los ecosistemas al minimizar nuestros impactos negativos. Existen muchas empresas que están yendo más allá y que buscan contribuir a la salud de los suelos, ríos, bosques y océanos, de los cuales todos dependemos para subsistir. Conoce el ejemplo de Tonka aquí.
Desperdicio cero en 4 pasos
Es importante reconocer que el camino hacia desperdicio cero no ocurrirá de la noche a la mañana, sino que se trata de un proceso. Aquí te compartimos 4 pasos para ayudar a las empresas en su camino:
- Recoge datos y realiza un diagnóstico: ¿cuántos residuos generas?, ¿qué proporción de ellos se reaprovecha y cuánto se vierte en un relleno sanitario? Nuestra experiencia en sinba nos demuestra que menos del 15% de las empresas en el Perú tienen la respuesta a estas preguntas básicas. Solo recogiendo y analizando estos datos vas a percibir el enorme potencial de convertirte en una empresa desperdicio cero.
- Designa un equipo «desperdicio cero»: todo objetivo debe tener un dueño. Pregúntate, ¿cuál es el área mejor posicionada para afrontar este desafío? Ponla a cargo de su implementación. Luego, crea un equipo multidisciplinario que involucre a todas las áreas que puedan ayudar a lograr el objetivo. Asegúrate que el equipo tenga la capacidad para tomar decisiones como modificar procesos operativos, asignar presupuestos, etc.
- Establece la meta: ¿en qué año (como máximo) esperas alcanzar el objetivo de desperdicio cero? Luego, adopta metas graduales de reducción y reaprovechamiento que permitan medir el progreso en plazos más cortos. Comunica el objetivo y la meta anual ampliamente para comprometer e involucrar a todo tu equipo en alcanzarla.
- Implementa las medidas: haz una lista de acciones y proyectos que hayas identificado a partir del diagnóstico. Empieza por las que tengas a la mano, para alcanzar victorias tempranas que empiecen a generar inercia y resultados. Crea espacios de innovación y mecanismos de participación que permitan a cualquier persona en la empresa compartir ideas hacia la reducción y reaprovechamiento de residuos.
Múltiples retornos sobre inversión, ¡garantizados!
Las empresas del futuro serán aquellas que dejen una huella positiva en la sociedad. El mercado premia cada vez más a quienes se toman en serio la sostenibilidad, una tendencia que la pandemia COVID-19 solo ha acelerado. Convertirte en una empresa #sinbasura, por lo tanto, te traerá múltiples retornos:
- Reduce tus costos: llegar a desperdicio cero llevará a que hagas un uso más eficiente y consciente de los recursos. Encontrarás valor en lugares inesperados, y de paso verás esfumarse los costos de “disposición final” de residuos (dejarás de pagar para contaminar).
- Alinea tus prácticas con las últimas regulaciones nacionales y estándares internacionales: la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos de Perú tiene a la economía circular como principio rector. Por ley, estamos obligados a clasificar y realizar una recolección selectiva de residuos, además de introducir mecanismos circulares como el “material de descarte”, creado para promover la colaboración entre industrias, y la valorización (reciclaje) como prioridad. No cumplirlo implica consecuencias reputacionales, además de infracciones pueden acarrear multas de hasta 1500 UIT (S/6.6 millones) .
- Nuevos tiempos, nuevos consumidores: la mayoría de nuevos consumidores prefieren comprar marcas responsables y sostenibles. Al mismo tiempo, cada vez existe mayor transparencia alrededor de las prácticas de las empresas, por lo que ya no es suficiente solo parecer sostenible, se tiene que serlo.
- Financiamiento y acceso a capital privilegiado: Hace varios años que la mayoría de los grandes inversionistas ha puesto al centro de sus decisiones de inversión la sostenibilidad. Larry Fink, CEO de Blackrock, fondo de inversiones más grande del mundo, indicó que una compañía solo será exitosa “si es capaz de generar un valor duradero y sostenible para todos sus actores de interés.” Y sí, el planeta es también uno de ellos.
En resumen, con nuestras empresas, hoy tenemos una gran oportunidad para liderar un cambio enorme en nuestra sociedad, de demostrar que el camino hacia la sostenibilidad se construye colaborativamente y con pequeñas acciones, que multiplicadas, generan un gran impacto.
Desde sinba, hemos acompañado a muchas empresas en este proceso, que han logrado pasar de menos del 10% de residuos reaprovechados a más del 90%. Así, hemos evitado que miles de toneladas de recursos se conviertan en contaminación para ser reaprovechados localmente en sistemas circulares.
Si tu empresa está interesada en hacer este cambio, encuentra más información y contáctanos aquí.