¿Quién no se ha alarmado por las miles de noticias sobre el exceso de basura en el mundo? Se sabe que al ritmo que vamos, para 2050 tendremos más plástico que peces en el mar, según la ONU. Y que si los países más poderosos no toman medidas duras pero necesarias, para 2030, los daños en el ambiente y el calentamiento global tendrán efectos irreversibles.
Entonces, ¿deberíamos esperar a que los grandes países actúen? La respuesta, como lo esperas, es ¡NO! Si en nuestras familias, que es lo que podemos controlar —a veces—, no somos capaces de manejar la cantidad de basura que producimos, ¿crees que lo podremos hacer como sociedad?
Tranqui, en sinba le hemos dado mucha vuelta a estas preguntas. Y a continuación, te damos algunas respuestas para empezar a generar menos basura en casa. Si sigues estos pasos y eres constante, reducirás tu basura hasta en un 90% o más.
1. Cambia tu mente: basura y residuos no son lo mismo
El gran primer paso es esta frase: basura no es lo mismo que residuo. No, no, no. Esto fue lo primero que aprendí cuando empecé a trabajar en sinba y mi cabeza explotó .
A mis 28 años, nunca me había puesto a pensar que la basura es solo lo que YO decido que sea basura. Es decir, todo lo que creemos que ya no nos sirve es un residuo (restos de comida, bolsas, empaques, por ejemplo). Pero, si lo tiras al tacho de basura (ese que no va al reciclaje), se convierte, en efecto, en basura. En cambio, si lo reutilizas o reciclas, el residuo pasa a ser otra cosa: una materia prima, algo valioso.
- ¿La caja de un cereal? — Materia prima potencial.
- ¿Botella de gaseosa? — Materia prima potencial.
- ¿Sobras de comida? — Materia prima potencial.
¡Ajá! Casi nada es basura. Entonces, ¿cómo saber qué podemos salvar de la basura? Pues todo aquello que se pueda reaprovechar, transformar, reusar, reciclar, regalar y hasta vender puede ser una materia prima y no terminar en un relleno sanitario o peor, en un botadero.
2. Descubre cuánta basura real produces
Para tener un hogar sin basura, debes saber cuánta basura real produces. Luego, podrás implementar una gestión integral de residuos, que vaya mucho más allá del reciclaje en casa.
Cuenta las bolsas: En tu primera semana hacia un hogar sin basura, te recomiendo que contabilices las bolsas de basura que envías con el camión de tu municipalidad. Incluso si tienes una balanza, fíjate en los kilogramos de esas bolsas. Anota ese número para que después puedas compararlo con el progreso que seguro lograrás.
3. Sé consciente: el mejor residuo es el que no se produce
Sí, yo sé que ir al supermercado una vez al mes o cada quincena es lo más práctico. Tomas el auto o un taxi, coges el carrito y empieza la cacería. Luego lo pagas, llegas a casa y lo guardas. Y a medida que pasa el mes, de a poco vas desechando todos los paquetes y envolturas. Lo tenemos tan incorporado que ya no nos damos cuenta.
¿Qué tiene que ver todo esto con la conciencia? Bueno, que justamente tenemos que desprogramar la mente de lo que creemos normal. Antes de adquirir cualquier cosa, hazte estas preguntas:
- ¿En verdad lo necesito?
- ¿Podría reemplazarlo con algo que ya tenga en casa?
- ¿Luego de que haya cumplido la función, servirá para algo más?
- ¿Su empaque se puede reciclar?
Sé que parecen muchas preguntas, pero practícalas un poco y luego, te serán naturales. La fórmula es fácil: entre menos compras, menos basura generas.
4. Segrega tus residuos en categorías
Listo, ya sabes lo que es basura, conoces lo que en verdad generas y ahora eres más consciente.
Ahora es el turno de conocer tus residuos para que sepas cómo puedes salvarlos de la basura. Te proponemos separarlos en cuatro categorías:
Residuos orgánicos:
Aquí entran todas las sobras de tu cocina: desde cáscaras de huevo y de frutas hasta carne y huesos de animales. Utiliza un tacho exclusivo para depositarlas, luego podrás hacer compost en casa o puedes optar por nuestro servicio Hogares sin basura, en el que pasaremos a recogerlos cada semana para convertirlo en comida para animales y abono orgánico.
Tip: cada vez que coloques tus residuos, cúbrelo con una capa de aserrín u otro insumo seco para evitar malos olores. sinba te entregará este material una vez al mes.
Reciclaje en casa
Alerta de spam: no todo se puede reciclar. En mis primeros años de reciclaje, creía que cualquier tipo de plástico, vidrio y papel podían tener una segunda vida. Los separaba y los iba a dejar en los contenedores municipales.
Pues estaba mal: no existe la tecnología para que absolutamente todo se pueda reciclar. Por eso, el primer paso es evitar consumirlo.
Si no puedes evitarlo, aquí te dejo algunos tips:
Papel y cartón
Casi todo de papel se puede reciclar: el impreso, revistas, folletos, libretas, siempre que estén limpios.
Si el papel o cartón tienen grasa, como las cajas de pizza, deben ir a los orgánicos o a la basura.
El papel higiénico, papel toalla y las servilletas no se pueden reciclar.
Vidrio
El vidrio es un material infinitamente reciclable. Solo toma en cuenta que si está roto, debes colocarlo en una caja para que los recicladores se hieran.
Plástico
Solo algunos tipos de plástico se pueden reciclar.
Los plásticos que envuelven alimentos, como el de galletas, snacks o fideos, todavía no se pueden reciclar.
Si el plástico suena mucho cuando lo estrujas, va a la basura. Si suena poco, como el plástico de un six-pack o un film de embalaje, este sí se puede reciclar.
Y ahora que no quieres acumular plástico en tu casa, tienes dos opciones: averigua los programas de reciclaje de municipalidad o súmate a nuestro servicio Hogares sin basura. Nos aseguramos de que todo esto tenga una segunda vida.
Rescata lo que no puedes reciclar, haz ecoladrillos:
Estos consisten en botellas de plástico limpias que son llenadas con material que no se puede reciclar, como las envolturas de caramelos o de fideos. Debes llenarlas muy bien, compactar los materiales con un palo (la cuchara sopera de madera funciona muy bien) y asegurarte que no entre ni un pedacito más. Luego serán utilizadas para construir.
En nuestro caso, los ecoladrillos que nos entregas se convertirán en obras sociales a través de nuestro aliado Ecoladrillos Perú.
Tip: el mejor ecoladrillo es el que no se genera. Es decir, evita consumir todos estos materiales y si ya no tienes opción, pues entonces haz un ecoladrillo. Y sí, ¡también nos llevamos tus ecoladrillos!
Aceite usado de cocina:
¿Sabías que una gota de aceite contamina mil litros de agua? Esto lo dice el Ministerio de Ambiente del Reino Unido; así que nunca lo tires por el desagüe. Fíltralo para separarlo de los sólidos, y colócalo en una botella de plástico que ya hayas utilizado. Puedes consultar con tu municipalidad sobre puntos de acopio o entregarlo en sinba. Nosotros lo destinaremos para que se convierta en biocombustible.
Sé paciente y no te rindas
El camino a la sostenibilidad no es fácil, pues somos parte de un sistema perfectamente diseñado para que casi todo sea desechable. Pero como tú, hay muchas personas que quieren un cambio y que están dispuestas a empezar en casa, con su familia.
¡Así que ánimos! Juntos podemos construir un mundo sin basura, donde nada sobra y nadie sobra. Si tienes dudas, escríbenos a contacto@sinba.pe, únete a nuestro newsletter o contáctanos a nuestras redes sociales. Estaremos muy felices de acompañarte en esta aventura.